Los Planes de Pensiones y demás sistemas de previsión social (Mutualidades de previsión social, planes de previsión asegurados, planes de previsión social empresarial,…) surgen ante la insuficiencia del Sistema Público de Pensiones, como forma de complementar el mismo.
Dada su importancia e integración en nuestro país, veamos cómo sacar el máximo partido a nuestro Plan de Pensiones:
- Reducción fiscal. Como ya es conocido, las aportaciones a dichos vehículos de previsión social permiten reducir la base imponible general del IRPF, siendo como uno de los grandes beneficios percibidos. Actualmente, tras las modificaciones introducidas, el límite máximo conjunto para dicha reducción serán 1.500 euros anuales. Este límite se incrementará en 8.500 euros, siempre que tal incremento provenga de contribuciones empresariales. Asimismo, las aportaciones al cónyuge se limitan a 1.000 euros.
- Buscar el mejor plan de previsión social para ti. Durante la vida del plan, los derechos consolidados se pueden traspasar o movilizar de un plan a otro. De esta forma, los partícipes pueden elegir entre una gama de planes que se adapten a sus necesidades y perfil de rentabilidad-riesgo. Asimismo, un cliente también puede diversificar su inversión en distintos Planes de Pensiones o en una combinación de los mismos.
- Y el kit de la cuestión: las prestaciones. ¿Merece la pena invertir en un plan de pensiones en términos de rentabilidad financiero fiscal?
Antes de contestar a esa pregunta, es preciso citar las contingencias que dan cobertura para poder recibir dicha prestación: Jubilación, Invalidez laboral total y permanente, Muerte y Dependencia severa. Asimismo, se aprobaron nuevas situaciones excepcionales de liquidez: paro de larga duración, enfermedad grave, así como la disposición anticipada del importe, total o parcial, de los derechos consolidados correspondiente a aportaciones realizadas con al menos diez años de antigüedad.
Ocurrida una contingencia, debemos saber que las prestaciones se pueden recibir en forma de capital (pago único), de renta o mixto, imputando, en todo caso, las cantidades percibidas en cada año como rendimientos del trabajo en la base imponible general del IRPF.
Y ahora, respondiendo a la pregunta anterior, los planes de previsión social tendrán un verdadero beneficio fiscal siempre que el tipo marginal sea mayor cuando realizamos las aportaciones, que cuando se reciban las prestaciones del plan. Para conseguir este objetivo, es vital realizar un estudio pormenorizado para evaluar la posibilidad de aplicar la reducción del 40% sobre los derechos consolidados de la parte correspondiente a aportaciones realizadas hasta 31 de diciembre de 2006.
De esta manera, se tiene acceso a un régimen muy beneficioso vigente hasta el año 2006, aplicando una reducción de un 40% sobre las cantidades percibidas en el año, paliando el efecto de la progresividad, y poder conseguir dos objetivos al mismo tiempo: conseguir una rentabilidad fiscal con el Plan de Pensiones y recibir las prestaciones en forma de capital. Dependerá de cada caso y, aunque no hay mucha predisposición a hacer visible esta posibilidad, puede resultar beneficiosa para el cliente en muchos casos.
El patrimonio destinado a sistemas de previsión de previsión social debe estar enmarcado dentro de una planificación financiera. Descubre la importancia de tener un plan financiero en este artículo.
Si estás interesado en valorar nuevas opciones de ahorro e inversión o tienes cualquier duda al respecto, analizaremos tu caso concreto para conseguir tu objetivo.