La planificación financiera es el proceso de elaboración de un plan personalizado en el que se definirán la totalidad de nuestros objetivos financieros y, en base a ellos, seleccionar y ejecutar las mejores estrategias coordinadas para alcanzar dichos objetivos.
Cabe diferenciar en este sentido entre los conceptos de plan de inversión y planificación financiera:
- Plan de inversión: Se dispone de un capital y se desea invertirlo con un objetivo bien formulado a un plazo determinado. En este sentido, también puede resultar de interés leer el artículo sobre conceptos financieros. El plan de inversión se integrará dentro de la planificación financiera.
- Planificación financiera: Prevé y trata de controlar a corto y largo plazo los recursos y las necesidades a través del tiempo, para alcanzar el mejor bienestar financiero, siendo necesario su desarrollo por todas las personas. Un plan financiero exhaustivo debería englobar una planificación patrimonial, fiscal, inmobiliaria y sucesoria.
Con estas premisas, se pueden enumerar las tareas y objetivos que debe cubrir una completa planificación financiera:
- Planificación de la protección: Para cubrir el riesgo personal y patrimonial, y su posterior gestión, mediante la contratación de seguros. Cuanto mayor es la participación del seguro como un insumo básico de la economía, mayor es la evolución de un país.
- Gestión de la liquidez y gestión de deudas: Asegurar el capital necesario para hacer frente a las deudas contraídas y a las necesidades de consumo ordinarias. El control de nuestros activos más líquidos y la selección óptima de la financiación necesaria es la base para poder realizar una correcta planificación financiera.
- Planificación de las inversiones: Gestionar el capital actual, o su creación, para generar más capital y/o flujos de caja futuros. Será necesario definir un plan de inversión detallado, acorde a nuestro ciclo de vida y las necesidades actuales y futuras.
- Planificación de la jubilación: Asegurar la independencia financiera y el nivel de vida deseado una vez llegada la edad de jubilación. Por el lado de los ingresos, se deberá tener en consideración la tasa de sustitución de la pensión pública y el uso eficiente del ahorro previsional acumulado a tales efectos.
- Planificación fiscal: Reducir el impacto fiscal, liberando flujos de caja para otros propósitos. Su objetivo es conseguir una tributación lo más beneficiosa posible para el contribuyente, siempre dentro de la legalidad. Para ello, la antelación es la clave.
- Planificación inmobiliaria: Gestionar la creación, mantenimiento, incremento y diversificación de los activos inmobiliarios. En este artículo puede conocer como eliminar el riesgo del arrendamiento con un seguro de impago.
- Planificación sucesoria: Herramienta de previsión que busca garantizar el futuro de las nuevas generaciones, se proteja el patrimonio, evite conflictos familiares y busque el máximo ahorro fiscal, ya sea mediante la vía de la donación o la sucesión.
Para la elaboración del plan, en primer lugar, será necesario el análisis de la situación inicial (identificar prioridades, perfil, horizonte temporal, nivel de conocimiento,…) y la definición de los objetivos personales y financieros; en segundo lugar, la búsqueda de soluciones y recomendaciones de planificación financiera; en tercer lugar, la ejecución de la estrategia; y por último, el seguimiento de la misma, en el que se realizarán los ajustes necesarios para la consecución de los objetivos marcados.
La atención personalizada es, sin duda, el principal valor añadido que aporta un consultor, ya que el asesoramiento está basado en un profundo conocimiento del cliente y permite aportar soluciones y estrategias adecuadas a sus necesidades.